sábado, 15 de octubre de 2011

EL ENTRENAMIENTO DE LA FLEXIBILIDAD


El entrenamiento de la flexibilidad ha despertado especialmente en las últimas décadas numerosos estudios neuro-fisiológicos y con ello han aparecido diversos sistemas que tienen como objetivo  básico aportar mayor longitud de movimientos al deportista proporcionando libertad en las cadenas musculares, tendones y articulaciones involucradas en los distintos gestos deportivos.


Beneficios
Podemos asegurar que el entrenamiento de la flexibilidad es tan necesario como imprescindible, de tal modo que la falta de entrenamiento en esta área ocasionará inconvenientes en las ejecuciones motrices, incluso en las alineaciones posturales particulares de los gestos. Por el contrario la correcta preparación de la elasticidad otorgará un ahorro energético, economía  de movimientos,  mayor precisión técnica, incremento en la velocidad y letargo en la aparición de la fatiga.

Es claro que en cualquier movimiento gestual técnicamente correcto debe existir un equilibrio entre la elasticidad y el ejercicio en acción de principio a fin,  para que el gesto se realice en forma veloz, armoniosa y la recuperación a la posición inicial se produzca en forma fluida. Los tejidos musculares con baja flexibilidad regresarán a la posición original en forma mas lenta que los tejidos flexibles, por otro lado los tejidos flexibles soportarán eficazmente el uso de la fuerza que el sistema muscular emplea para producir el alargamiento necesario, mientras que las fibras poco flexibles no resistirán la misma utilización de fuerza.
Neurofisiología Muscular

Cuando un músculo determinado es sometido a un estiramiento, el hueso se estira conjuntamente enviando impulsos hacia el epicentro de la médula espinal la cual  de manera refleja, envía a su vez un impulso al músculo en cuestión con el fin de producir una contracción que impida el exceso de estiramiento, con el fin de impedir una lesión.


Entrenamiento

Existen distintos tipos de flexibilidad, por un lado la flexibilidad estática en donde se toman en cuenta los núcleos articulares dejando de lado los movimientos, acentuando las posturas correctas. Por otro lado la flexibilidad dinámica en donde ya consideramos la realización de movimientos al ejercitar buscando la amplitud del movimiento que es exactamente lo que ocurre  durante un movimiento deportivo. Si bien existen otros tipos de flexibilidad conceptuales como la balística y la flexibilidad controlada, es importante ejercitar las dos primeras, tanto en forma individual como grupal y/o asistida.
Es fundamental que el entrenador conozca en profundidad el funcionamiento de las articulaciones, que pueda detectar las dificultades y evaluar sus causas.
Trabajar con objetivos ayudará a que el entrenamiento produzca los resultados deseados.
Trabajar en un ambiente de tranquilidad sin prisas y dentro de un marco de relax, evitará tensiones y beneficiará el trabajo.


Características comunes
Resistencias: Otro aspecto fundamental es realizar ejercicios con resistencias medias, ya que las resistencias excesivas ante una articulación rígida,  puede provocar una lesión.
Edad: La pérdida de la flexibilidad natural comienza a manifestarse en la etapa de la pubertad, se acentúa cerca de los 30 años, luego de esa edad ocurre un declive en cuanto a la pérdida de elasticidad. El entrenamiento continuo y correctamente ejecutado mantendrá niveles óptimos.
Sexo: las mujeres son más flexibles que los hombres,  la mayor concentración de estrógeno de la mujer,  producen mayor retención de líquidos. También durante el embarazo la mujer segrega  una hormona de nombre relaxina la cual se encarga de relajar articulaciones y ligamentos.
Horarios: La flexibilidad es baja en horarios matinales, va aumentando a lo largo del día, volviendo a descender en horarios nocturnos.


Texto: Jorge Porfilio Cubiló




  


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