martes, 25 de octubre de 2011

LA RESISTENCIA

                              

Básicamente la resistencia es la capacidad que el atleta dispone para  sostener una intensidad determinada de trabajo durante la mayor cantidad de tiempo posible,  en alta calidad de trabajo superando los índices de fatiga, y manteniendo la coordinación necesaria ya sea durante un entrenamiento como en una competencia deportiva.

Psicología y Motivación
Existe un alto grado psicológico motivacional para soportar los esfuerzos, el dolor y las incomodidades, es indudable que un deportista con una fortaleza psicológica óptima,  contará con ventajas en cuanto al rendimiento prolongado y es precisamente donde el entrenador juega un papel preponderante. Dentro de las mencionadas capacidades podemos enumerar: Motivación eficaz; control de emociones; raciocinio; personalidad estable; desarrollo de la autoestima y capacidad de carga psíquica.
El entrenador debe animar al atleta a desarrollar su propia iniciativa personal, incentivándolo a resolver problemas acordes con el fin de desarrollar su entusiasmo y creatividad;  elogiar los resultados del trabajo bien realizado; interesarse personalmente por cada deportista; crear ambientes agradables de respeto mutuo y confianza; mantenerlo en constantes parámetros de realizaciones personales y/o grupales. Ayudarles en el trazado de sus objetivos y ayudarles a cumplir los mismos. Etc.

Entrenamiento y Adaptaciones
El proceso de adaptación a las cargas intensas y que las mismas sean asimiladas por el organismo requiere de tiempo.  Este paso tiene tres faces fundamentales que son Ajuste de carga, Restablecimiento y finalmente Adaptación.
En la fase de ajuste de carga el organismo  reacciona procesando los nuevos estímulos, ajustando las distintas funciones fisiológicas y estructurales.
La fase de restablecimiento es el tiempo de reposición del gasto energético utilizado, la reestructuración celular y la recuperación del sistema inmunológico. Intervienen en este aspecto las capacidades psicologías antes mencionadas; el entrenamiento debe tener variaciones de intensidad en las distintas semanas como así también las pausas deben ser ondulatorias.
En la fase de adaptación, el organismo comienza a responder luego de varias semanas de entrenamiento en forma gradual, los sistemas regenerativos funcionales se expresan produciendo alivio ante los estímulos recibidos creando mayores capacidades de resistencia. Una forma sencilla de evaluar las adaptaciones es la velocidad, cuando el atleta mantiene sus niveles de velocidad, manteniendo la misma coordinación durante periodos mas largos es un indicativo preciso de adaptación eficiente.

Sistemas Energéticos
Todo trabajo físico obedece a la contracción muscular adecuada, la cual depende del ATP (Adenosintrifosfato), básicamente es una molécula con muy escaso deposito muscular, esta molécula debe resintetisarse en forma permanente. Nuestro organismo cuenta con tres sistemas energéticos que permiten recuperar ATP, estos sistemas son: Aeróbico; Anaeróbico Aláctico y Anaeróbico Láctico.

El sistema Aeróbico es utilizado en trabajos mayores a los tres minutos de duración. Oxida grasas y carbohidratos para producir energía.
El sistema Anaeróbico Aláctico es utilizado en esfuerzos de potencia con pocos segundos de duración, depende de los fosfatos de alta calidad como la Fosfocreatina y el ATP, esta producción de energía depende de otros sustratos almacenados en las células fácilmente reciclables.
El sistema Anaeróbico Láctico trabaja en situaciones de máxima intensidad en tiempos de alrededor de un minuto de duración, el principal aporte lo realizan las fuentes glucolíticas no oxidativas.

Texto: Jorge Porfilio Cubiló





jueves, 20 de octubre de 2011

CARACTERÍSTICAS FISIOLÓGICAS DE LOS FUTBOLISTAS


A mediados de los años 80, el genial entrenador danés Jens Bangsbo desarrolló un extraordinario método del entrenamiento intermitente. Bangsbo logró mensurar el trabajo con un régimen al que llamó “Yo-Yo Test”, a través del cual se realiza una medición exacta del consumo de oxigeno de los atletas, su sistema continúa siendo el más confiable del mundo aun en nuestros días.
Bangsbo impuso en la selección de su país un plan de trabajo basado en comprobaciones  científicas abarcando las diferentes áreas, fue así como se realizaron varias mediciones durante los partidos,  durante los entrenamientos tanto específicos, como en entrenamientos que simularon partidos reales. Los exámenes de laboratorio estudiaron los metabolismos e índices de fatiga en todas las variantes; se realizaron distintas extracciones en los distintos grupos musculares activos, estudios de cuerpo entero, biopsias musculares; incluso se utilizaron resonancias magnéticas en donde cultivaron  los cambios metabólicos durante los partidos.
Los  estudios de la época mostraron que el promedio general de carrera era de aproximadamente 11 Km. Durante 90 minutos de juego, las variaciones fundamentales fueron las posiciones fijas en donde los centrocampistas corrían a velocidades más bajas que los defensores y delanteros. Claro que las demandas aeróbicas en carrera son solo parte del desgaste energético de un futbolista quién además arranca y frena, salta, asiste, acelera, desacelera, etc. Los resultados clínicos demostraron que el consumo máximo de oxigeno tiene un promedio de un 70 %, mientras que la producción de energía aeróbica supera el 90 % del consumo total de energía. Durante los periodos de intensidad máxima hay una predominancia del consumo de fosfocreatina y en menor grado de ATP (gracias al trabajo intermitente la recuperación de los fosfatos es alta).  Los depósitos de glucógeno muscular pasan a ser el combustible de mayor utilización durante los 90 minutos de juego aunque también hay una importante demanda de ácidos grasos, triglicéridos, glucosa en sangre y sustratos oxidativos derivados del lactato. Las variaciones más importantes se encontraron en la producción de lactato, en donde si bien el promedio Gral. Dio un resultado de 3-8 mmol, los marcadores laterales y los mediocampistas superaron en varias pruebas los 10 mmol.
Se demostró que la fatiga no siempre se produce por altas concentraciones de lactato, tampoco es excluyente la baja producción de energía, se demostró que las producciones altas de potasio reducen la fuerza muscular luego de intensidades altas aumentando junto al NH3 la fatiga muscular, otro factor fundamental  es la baja concentración de glucógeno muscular.
Estos resultados fueron analizados por numerosos especialistas, sobre los mismos se realizaron estrategias de entrenamientos que optimizaron de manera notable el rendimiento físico-metabólico de los atletas. Un ejemplo claro es que se determinó que durante la ejecución de ejercicios de alta intensidad con micro-pausas de recuperación,  las  producciones de lactato  y NH3 bajan de manera considerable, esto dio fundamento hacia la optimización del trabajo intermitente. Otro estudio realizado con ejercitaciones a una sola pierna demostró que las actividades previas realizadas con ejercicios ligeros reducen de un modo significativo la aparición del lactato. Además se comprobó que únicamente un porcentaje menor de lactato acumulado se convierte en glucógeno muscular.
Si bien es claro que las capacidades técnicas innatas de los futbolistas son cruciales dentro de un partido de de fútbol, es fundamental  que el entrenamiento físico esté orientado a optimizar todas las capacidades, incluyendo las demandas fisiológicas altas propias de la alta competencia, como así también es necesario estimular las condiciones psicológicas y tácticas que demandan los altos niveles actuales.

Texto: Jorge Porfilio Cubiló




lunes, 17 de octubre de 2011

Luciano Correa, un gran combate en el Bitetti Combat 10

Pese a no conseguir la victoria, el atleta argentino realizó una gran faena frente a Mauricio Reis del Brazilan Top Team. Correa cayó por puntos pero dejó un gran imagen ganado el reconocimiento del público y los medios cariocas,  además de mostrar el poderío de sus puños.

sábado, 15 de octubre de 2011

EL ENTRENAMIENTO DE LA FLEXIBILIDAD


El entrenamiento de la flexibilidad ha despertado especialmente en las últimas décadas numerosos estudios neuro-fisiológicos y con ello han aparecido diversos sistemas que tienen como objetivo  básico aportar mayor longitud de movimientos al deportista proporcionando libertad en las cadenas musculares, tendones y articulaciones involucradas en los distintos gestos deportivos.


Beneficios
Podemos asegurar que el entrenamiento de la flexibilidad es tan necesario como imprescindible, de tal modo que la falta de entrenamiento en esta área ocasionará inconvenientes en las ejecuciones motrices, incluso en las alineaciones posturales particulares de los gestos. Por el contrario la correcta preparación de la elasticidad otorgará un ahorro energético, economía  de movimientos,  mayor precisión técnica, incremento en la velocidad y letargo en la aparición de la fatiga.

Es claro que en cualquier movimiento gestual técnicamente correcto debe existir un equilibrio entre la elasticidad y el ejercicio en acción de principio a fin,  para que el gesto se realice en forma veloz, armoniosa y la recuperación a la posición inicial se produzca en forma fluida. Los tejidos musculares con baja flexibilidad regresarán a la posición original en forma mas lenta que los tejidos flexibles, por otro lado los tejidos flexibles soportarán eficazmente el uso de la fuerza que el sistema muscular emplea para producir el alargamiento necesario, mientras que las fibras poco flexibles no resistirán la misma utilización de fuerza.
Neurofisiología Muscular

Cuando un músculo determinado es sometido a un estiramiento, el hueso se estira conjuntamente enviando impulsos hacia el epicentro de la médula espinal la cual  de manera refleja, envía a su vez un impulso al músculo en cuestión con el fin de producir una contracción que impida el exceso de estiramiento, con el fin de impedir una lesión.


Entrenamiento

Existen distintos tipos de flexibilidad, por un lado la flexibilidad estática en donde se toman en cuenta los núcleos articulares dejando de lado los movimientos, acentuando las posturas correctas. Por otro lado la flexibilidad dinámica en donde ya consideramos la realización de movimientos al ejercitar buscando la amplitud del movimiento que es exactamente lo que ocurre  durante un movimiento deportivo. Si bien existen otros tipos de flexibilidad conceptuales como la balística y la flexibilidad controlada, es importante ejercitar las dos primeras, tanto en forma individual como grupal y/o asistida.
Es fundamental que el entrenador conozca en profundidad el funcionamiento de las articulaciones, que pueda detectar las dificultades y evaluar sus causas.
Trabajar con objetivos ayudará a que el entrenamiento produzca los resultados deseados.
Trabajar en un ambiente de tranquilidad sin prisas y dentro de un marco de relax, evitará tensiones y beneficiará el trabajo.


Características comunes
Resistencias: Otro aspecto fundamental es realizar ejercicios con resistencias medias, ya que las resistencias excesivas ante una articulación rígida,  puede provocar una lesión.
Edad: La pérdida de la flexibilidad natural comienza a manifestarse en la etapa de la pubertad, se acentúa cerca de los 30 años, luego de esa edad ocurre un declive en cuanto a la pérdida de elasticidad. El entrenamiento continuo y correctamente ejecutado mantendrá niveles óptimos.
Sexo: las mujeres son más flexibles que los hombres,  la mayor concentración de estrógeno de la mujer,  producen mayor retención de líquidos. También durante el embarazo la mujer segrega  una hormona de nombre relaxina la cual se encarga de relajar articulaciones y ligamentos.
Horarios: La flexibilidad es baja en horarios matinales, va aumentando a lo largo del día, volviendo a descender en horarios nocturnos.


Texto: Jorge Porfilio Cubiló




  


martes, 11 de octubre de 2011

PLANIFICACIÓN PRECOMPETITIVA BÁSICA

   

       El concepto de la planificación precompetitiva es  muy simple, es prever con anticipación el tiempo de trabajo de cara hacia la competencia futura, utilizando el  lapso para entrenar de manera programática, definiendo que procesos seguir para alcanzar el máximo rendimiento para el objetivo fijado. El extraordinario avance de la alta competencia se debe en gran parte a los avances de la preparación física de los atletas y es imposible entrenar a un atleta profesional sin una adecuada planificación de entrenamiento.

       FASES PREVIAS
       En todo comienzo de proceso es fundamental el reclutamiento de datos antes de realizar una planificación de trabajo, conocer el  ciclo del trabajo anterior como planes, métodos, evaluaciones, etc. nos dará un panorama orientativo sobre la respuesta biológica, metabólica, psicológica y fisiológica del/los atleta/s a entrenar. Conocer el calendario inmediato es el dato fundamental para establecer los ciclos de trabajo que vamos a construir pudiendo elegir los métodos a utilizar teniendo en cuenta nuestra experiencia y conocimiento.

           EL GASTO ENERGETICO
Planificar con un tiempo determinado nos permitirá realizar el cálculo sobre el gasto energético necesario. Conocer los aspectos fisiológicos sobre los diferentes sistemas energéticos es un elemento de singular importancia, las altas exigencias actuales exigen que los entrenadores trabajen con fundamentos científicos, con el fin de adecuarnos de manera sólida ante las distintas necesidades con cimientos versátiles que nos permitan trabajar con metodologías sustentables. Es claro que el máximo nivel deseado está relacionado a distintos niveles de rendimiento como  orgánico-funcional;  perceptivo-motor y psíquico-motivacional.

        DEFINIENDO LAS ESTRUCTURAS
Una vez elegidos los métodos a utilizar  debemos establecer los volúmenes en donde el concepto básico son los tiempos, distancias y repeticiones.  Las intensidades de las cargas que ya tienen que ver con las velocidades, transferencias, fuerza a emplear, etc. Densidades (trabajo-pausa),  duración de cada área a desarrollar. Evaluaciones previas, periódicas y de intensidad.

       LOS TIEMPOS PROGRAMATICOS
Los ciclos programáticos pueden definirse en macro-ciclos con duraciones de 6 meses a un año,  en meso-ciclos  que abarcan periodos semanales (normalmente entre 6 y 8) y micro-ciclos los cuales corresponden a espacios de una semana.
Los macro-ciclos poseen objetivos por un lado biológicos  en donde se trabaja la adaptación del atleta ante los distintos estímulos, desarrollando sus capacidades de respuesta orgánica. Por otra parte los macro-ciclos son ideales para desarrollar la faena pedagógica en donde el atleta trabajará aprendiendo nuevos ejercicios y metodologías que en tiempos de estabilización logrará realizar de manera fluida y sin errores de ejecución.

Los meso-ciclos tienen estructuras de trabajo ya definidas, en esta etapa el entrenador programa los movimientos ondulantes de las cargas variando los aumentos y descensos de las mismas. Para explicarlo de un modo mas claro las variaciones ondulantes serían así: estimulo, recuperación y nuevo estímulo. Básicamente los deportistas al igual que las personas sedentarias no responden de la misma manera ni  todos los días ni todas las semanas, esto tiene que ver con los aspectos biológicos y fisiológicos entre el gasto de los valores energéticos y la resíntesis de los combustibles utilizados.
Los micro-ciclos tienen como objetivo tres etapas que son estimular los sistemas energéticos involucrados, él desarrollo del trabajo diario y los trabajos regenerativos, de movilidad y elongación, estos ciclos pueden mensurarse acorde al espacio de tiempo pre-competitivo, en donde podemos variar intensidades y turnos de trabajo.

         Texto: Jorge Porfilio Cubiló





miércoles, 5 de octubre de 2011

LA ELECTROESTIMULACIÓN DEPORTIVA


Desde hace mucho tiempo se conoce a la electroestimulación como una técnica eficaz utilizada en períodos de rehabilitación y estética,  pero de ninguna manera se vinculaba a esta pericia como una herramienta capaz de de ser utilizada en la optimización del rendimiento deportivo. En los últimos años el avance científico, el conocimiento profundo de la técnica y el cambio aparatológico han dado vuelta a esta teoría.

Historia
Básicamente la electroestimulación es una maniobra en que una corriente eléctrica es aplicada con el fin de estimular un músculo determinado, produciendo su contracción inmediata. La historia adjudica al médico italiano Luigi Galvani en 1791 la autoría de ser el primer hombre en aplicar una corriente eléctrica con el fin de contraer grupos musculares.  Ya en 1833 Duchenne de Boulogne capitalizó la forma correcta de estimular el músculo sin producir incidencias sobre la piel, pero fue  a comienzos de los años 70 cuando los científicos soviéticos realizaron  tratamientos con principios de entrenamiento deportivo sobre el atleta Borzoy quién en los juegos olímpicos de Múnich se adjudicó la medalla dorada en los 100 mts llanos.


El principio del dilema
Como hemos mencionado en notas anteriores la acción del gesto deportivo nace desde el impulso eléctrico producido en el epicentro de la médula espinal del sistema nervioso, dicho impulso viaja a través de varias motoneuronas hacia las fibras musculares produciendo el movimiento deseado. Muchos entrenadores sostienen que el trabajo de electroestimulación realiza el proceso de manera inversa y por lo tanto no es aplicable al entrenamiento deportivo; esta conjetura es errónea ya que los electroestimuladores nuevos generan corrientes que producen impulsos de acción (PA) en las células excitables, musculares o nerviosas con resultados excito-motrices, de esta manera el sistema nervioso emisor recibe los estímulos de entrenamiento necesario para generar impulsos óptimos.
Los nuevos elementos cuentan con impulsos rectangulares compensados, simétricos conocidos como TENS (Estimulación eléctrica transcutánea en las terminaciones nerviosas) pudiéndose aplicar con la máxima seguridad y óptimo confort, estos aparatos generan impulsos los cuales se miden en microsegundos y cuentan con un software  programable para trabajar los distintos grupos musculares los cuales requieren diferentes intensidades, frecuencias, densidades y tiempos de duración dependiendo además del tipo de tratamiento u entrenamiento.


La estimulación de fibras musculares por clase
Existen distintos tipos de fibras musculares: las lentas, rojas de tipo I; las glucolíticas resistentes a la fatiga de tipo IIa; la blanca, fatigable, rápida de tipo IIb y la IIc de características explosivas. El módulo de frecuencia el cual se mide en Hertz estimula de manera selectiva el tipo de fibra.

Beneficios
Al estimular las fibras musculares de manera selectiva la EET aumenta la fuerza de resistencia, la fuerza explosiva y la resistencia aeróbica.
Facilita la recuperación del músculo fatigado.
Aumenta la micro-circulación muscular desarrollando una red de capilares alrededor de las fibras rápidas.
Aumenta la masa mitocondrial
Previenen las tendinitis fortaleciendo los tendones.
Aumentan el consumo de grasa
Aumentan la segregación de endorfina.

Texto: Jorge Porfilio Cubiló








domingo, 2 de octubre de 2011

EL MARAVILLOSO TRABAJO INTERMITENTE

        

Las altas exigencias actuales crean en el atleta distintas necesidades de optimización, es así como científicos y entrenadores trabajan a destajo con el objetivo de  lograr los máximos rendimientos posibles en los deportistas. Una problemática frecuente para los entrenadores es lograr que el competidor pueda sostener períodos de muy  alta intensidad durante tiempos prolongados manteniendo una frecuencia cardíaca estable, fundamentalmente en los deportes de combate los periodos de descanso de un minuto como máximo parecen ser insuficientes para generar la recuperación de la fatiga muscular como así también la re-síntesis energética necesaria para volver a realizar un trabajo de alta intensidad. ¿Existen métodos confiables de optimización que puedan quebrar los umbrales naturales, optimizar los tiempos  metabólicos de recuperación y mantener frecuencias cardíacas estables?. La respuesta es Si

UN POCO DE HISTORIA

Si tomamos un libro sobre fisiología del ejercicio de los años 50, nos vamos a encontrar que todo giraba en torno al entrenamiento de la resistencia, con lo cual , la velocidad, las cargas y volúmenes de trabajo estaban referidos a la resistencia como verdad absoluta, todo dependía de la base aeróbica estrictamente. Ya en los años 60 el médico estadounidense Kenneth Cooper encuentra un paliativo importante ante una problemática creciente que era las muertes por problemas cardiovasculares ocurridas en su país; en alguna medida Cooper hace correr a gran parte de la sociedad norteamericana, el eminente científico desarrolla un test el cual lleva su apellido y mediante el cual se han desarrollado metodologías de trabajo en el entrenamiento deportivo,  ya en los años 70 las carreras largas, las vueltas alrededor de la pista eran el sinónimo ideal de condición física óptima

A principios de los años 80 los entrenadores del equipo olímpico de natación deciden realizar el trabajo de resistencia con variaciones de velocidad, tomando como base el acido latico producido en sangre en las distintas velocidades estereotipadas con lo cual realizaban extracciones para ser analizadas, este fue el comienzo de la teoría del entrenamiento en áreas funcionales de resistencia continua.

JENS BANGSBO UN PRECURSOR MODERNO

Ahora bien, a mediados de los años 80 comienza a plantearse la duda, si hacemos ejercicios continuos sin pausa, como podemos optimizar los umbrales anaeróbicos (sin presencia de oxígeno), o como podemos trabajar en la recuperación biológica y metabólica cuando tenemos tiempos de descanso obligados; tampoco todos los deportes generan producción de ácido latico, hasta que aparece el genial entrenador danés Jens Bangsbo que realiza una trabajo extraordinario con la selección  de fútbol de Dinamarca  tanto en la Eurocopa del 85 como en el mundial 86, si bien se realizaron convenciones internacionales con el objetivo de ridiculizar el trabajo de Bangsbo, el mismo respondió creando atletas desde cero que contaban con cambios de ritmo arrolladores, capaces de arrancar y parar manteniendo la misma intensidad por 90 minutos de juego.

Bangsbo sostenía que para arrancar y frenar constantemente, el organismo necesita de una producción importante de fosfocreatina y que si la misma se va agotando no llega a reciclarse en ATP, el sistema genera amoníaco el cual llega a las terminaciones nerviosas produciendo un gran índice de fatiga.

Bangsbo encontró la solución a la re-síntesis metabólica, lentifificando la producción de NH3 mensurando el trabajo intermitente a través del Yo-Yo Test.

EL YO-YO TEST

Luego de varios intentos de test fallidos el entrenador danés crea el método seguramente mas fiable del mundo midiendo el consumo de oxigeno en forma progresiva, es decir aumentando la dificultad en el tiempo; dicho test finaliza cuando el deportista no puede continuar con la prueba, esta prueba es denominada “Yo-Yo Test” la misma consiste en realizar carreras de ida y vuelta sobre tramos de 20 metros aumentando la velocidad progresivamente hasta el agotamiento con micro-pausas de entre 5 y 15 segundos.

Una de las características de del yo-yo test es el empleo de una cinta que emite una serie de “bips” a intervalos regulares, marcando el ritmo de  carrera. A medida que la carrera se vuelve más rápida y agobiante, los deportistas comienzan a dejar la  prueba. 

El yo-yo test tiene tres variantes que permiten medir la repuesta física del deportistas en situaciones de alta exigencias.

1)   Yo-yo de resistencia: cuya finalidad es determinar el consumo máximo de oxígeno

2)    Yo-yo de resistencia intermitente: cuya finalidad es medir la capacidad de resistencia intermitente.

3)    Yo-yo de recuperación intermitente: cuya finalidad es medir la capacidad de recuperación ante esfuerzos intermitentes progresivos.

Este método tiene particularidades que lo convierten en una herramienta de trabajo extraordinaria, si por ejemplo tomamos a un maratonista  especialista en carreras de fondo y lo sometemos a esta prueba el maratonista va a resistir muy poco tiempo hasta llegar al agotamiento máximo, pero si sometemos a un ciclista o a un tri-atleta estos últimos van a resistir mucho mas aunque su consumo de oxígeno sea mas bajo. Esto ocurre porque el ciclista o el tri-atleta tienen fuerza en las piernas y por ende resisten los trabajos de freno, con lo cual el indicativo final nos enseña que los trabajos de intermitencia no dependen únicamente de la respuesta metabólica-aeróbica sino también de la fuerza.

EL FUNCIONAMIENTO INTERMITENTE

El trabajo intermitente con micro-pausas de 15 segundos como máximo no genera acidez en el deportista con lo cual un atleta de alto nivel puede llegar a trabajar por media hora a velocidades de 90 a 115 %. Mientras que si el mismo atleta fuese sometido a un entrenamiento continuo a estas intensidades llegaría a la fatiga oxidativa en un tiempo máximo de 4 minutos, con lo cual evidentemente nos encontramos ante una herramienta de trabajo maravillosa.

Este tipo de trabajos tienen una tasa de utilización muy baja de glucógeno y al no consumir glucógeno, el organismo genera combustible a partir de los ácidos grasos con lo cual la oxidación de las grasas se transforma en una herramienta importante para la pérdida de peso. Por otra parte la estimulación del aparato re-sintetizador de energía basado en la fosfocreatina, ATP y mioglobulina alcanza niveles de mayor recuperación lo cual se hará presente en la competencia exigente de manera significativa, es por ello que se califica al entrenamiento intermitente como un método sumamente eficaz que el deportista ejerce con producciones aeróbicas adecuadas a pesar de que el trasporte de oxigeno es insuficiente durante la explosión de la actividad.

El funcionamiento de este entrenamiento es una verdadera revolución, ya que es posible entrenar gestos deportivos con estas frecuencias cuando en otros tiempos el aumento de la resistencia desmejoraba los mismos gestos. La velocidad aumenta de manera más que importante, el sistema cardíaco se beneficia de manera única bajando la frecuencia en tiempos de entrenamiento a intensidades estándar, el reclutamiento de fibras rápidas aumenta de manera considerable.

Es imprescindible el control de frecuencia cardíaca entre las pasadas de 4 repeticiones recomendadas, cuando las mismas están muy altas, es conveniente durante las primeras semanas bajar las cargas, las cargas se bajan aumentando los tiempos de trabajo-pausa. El ejercicio intermitente debe variarse con ejercicios continuos e intercalados de acuerdo al criterio del entrenador, un ejemplo es realizar un trabajo de 6 estaciones y realizar un trabajo coordinativo de Pliometría.

Texto Jorge Porfilio Cubiló