El entrenamiento moderno ha despertado un amplio estudio en el campo de la ciencia, la alta competencia demanda mayores exigencias que se incrementan a medida que el tiempo transcurre. La biomecánica deportiva estudia las fuerzas y acciones motoras que rigen los movimientos de los atletas. En los últimos años los gimnasios modernos han invertido sumas importantes de dinero en modernos equipamientos mecánicos con el fin de optimizar los entrenamientos. En cuanto al entrenamiento de alta competencia estas máquinas modernas tienen algunas ventajas considerables, pero también cuentan con una serie de desventajas a evaluar.
Los tiempos de la antigüedad
Los antiguos griegos desarrollaron el uso de la polea para optimizar sus entrenamientos, existen documentos y piedras de distintos tamaños con pequeñas muescas por donde los deportistas introducían sus manos con el fin de utilizar estos elementos como pesas en el museo de Olimpia. Estos elementos avalan el trabajo realizado por los griegos para desarrollar su fuerza construyendo máquinas, fundamentalmente para competir en Pancrase. Posiblemente el más antiguo de los deportes de combate junto al Muaythai.
Tiempos post-guerra
Concluida la segunda guerra mundial los ingenieros soviéticos comenzaron a trabajar en la construcción de distintas máquinas orientadas a mejorar la inercia de los movimientos con variaciones de ángulos que permitieran desarrollar distintos tipos de fuerza mono y poli articulares. Con el avance de los años, se desarrollaron máquinas con resistencias conformadas primeramente por amortiguadores rellenados por aceites, agua y por último con distintas presiones de aire, si bien las resistencias a los trabajos de fuerza en velocidad eran uniformes, no permitían variantes de velocidad en el desarrollo de los ejercicios.
Ventajas y desventajas
Las máquinas cuentan con una serie de ventajas aplicables al entrenamiento. Son más seguras que las cargas libres con lo cual pueden evitarse lesiones, es muy fácil variar el peso, cuentan con una gran utilidad en periodos de rehabilitaciones, acortan los tiempos de entrenamiento en circuito de manera significativa.
Por otro lado existen una serie desventajas en relación a las cargas de uso libre. Las máquinas no coinciden en los ejes de rotación del deportista en cuanto a un gesto deportivo, no cuentan con las distancias de ejecución de una técnica deportiva real, los músculos sinergistas directamente no trabajan con lo cual el entrenamiento deportivo será improductivo, las personas muy bajas o muy altas normalmente no encuentran máquinas que se adapten a sus necesidades.
Conclusión
Un buen gimnasio debe contar con espacio y útiles suficientes para realizar trabajos de cargas libres, también es bueno que el mismo cuente con máquinas que permitan utilizar sus beneficios pero fundamentalmente debe contar con un buen entrenador capacitado que pueda conducir al deportista hacia un entrenamiento correcto en función de las necesidades del mismo.
Texto: Jorge Porfilio Cubiló
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