domingo, 4 de diciembre de 2011

LA IMPLICANCIA DEL SISTEMA NERVIOSO


Nuestra Naturaleza

La historia de la materia viva sobre la faz de la tierra, data de unos   3.500 millones de años de evolución, se calcula que la tierra fue habitada por unas 2.000 millones de especies, de las que actualmente solo sobreviven unas dos millones, es decir que han desaparecido unas  1.998 millones de especies que no se adaptaron a los cambios climatológicos o bien que fueron devoradas por sus depredadores.
Nuestra raza humana ha sido sin dudas la más fuerte de las especies. Básicamente hemos sobrevivido  con una capacidad enorme de adaptación ante los cambios del clima, y corriendo para tres situaciones fundamentales que fueron conseguir el alimento, conseguir la pareja para la procreación y para escapar de los depredadores. Nuestro sistema nervioso ha captado mecanismos reflejos para sobrevivir y no para salir campeones en un deporte determinado, con lo cual existen frenos que nos impiden realizar grandes hazañas.


Rompiendo las Barreras

Muchas veces nos hemos enterado de realidades sorprendentes, han ocurrido situaciones en que una madre ha logrado rescatar a su hijo que quedó atrapado debajo de un auto, para lo cual la misma tuvo que levantar la punta del auto y moverlo.  En una situación normal, la mujer jamás podría hacer un despegue de 250 Kg.;  pero en esa situación su cerebro le ordenó que realizara un despegue violento de 250 KG de Peugeot para liberar a su hijo. Pero y ¿como lo logró?; la motivación psicológica fue lo sufrientemente fuerte como para que el impulso eléctrico del sistema nervioso ponga en funcionamiento el aparato muscular venciendo los frenos naturales.
Si bien el ejemplo que dimos es extremo, existen formas  físicas y psicológicas de ir rompiendo los frenos de nuestros atletas, como dijimos estos frenos equivalen a información genética almacenada. Las formas físicas evidentemente tienen que ver con el trabajo que realizamos en el gimnasio en donde hay numerosas maneras de realizar trucos sobre el sistema nervioso como el mantenimiento supramáximo o las pasadas a ¼. En cuanto al entrenamiento psicológico debemos encontrar que motiva a cada atleta a ser más rápido, más fuerte o más potente y recordar el motivo constantemente. Ha sido comprobado mediante estudios realizados por Yue y Cole en 1992,  que un atleta en situaciones de entrenamiento motivacional aumenta su fuerza y su velocidad en forma instantánea; es decir que nuestro cerebro cuenta con la capacidad de hacer más fuertes y más rápidos  a nuestros músculos.


El Funcionamiento de los Nervios

Gracias al trabajo de investigación de los neurólogos durante las últimas décadas, podemos deducir cuan poderoso es el cerebro, el cordón espinal y neuronas para que la musculatura esquelética desarrolle fuerza, velocidad y potencia.
Los músculos están formados por fibras, estas fibras a su vez están inervadas por nervios que  son rápidos, lentos y/o explosivos, evidentemente un músculo lento está inervado por fibras lentas y un músculo rápido está inervado por fibras rápidas.
Ahora bien, si quitamos un nervio rápido y lo inervamos en una fibra lenta, el resultado será que la fibra pasará a ser rápida, este estudio ha demostrado a las claras que los nervios controlan nuestro sistema muscular.
Las adaptaciones pueden estar limitadas por nuestros centros cerebrales que a su vez se dividen en áreas, estas áreas trabajan en forma conjunta antes de enviar una señal eléctrica la cual baja por la medula espinal en dirección a los músculos implicados en un gesto deportivo. Aun no sabemos el porque, pero sabemos que cuando pensamos en el movimiento con un resultado ideal, podemos aumentar el estímulo y por ende aumentar nuestra fuerza, velocidad y potencia.
De las numerosas enseñanzas que recibí de mi Maestro Horacio Anselmi de quién continúo aprendiendo, hay una instrucción que me ha dado numerosos frutos como entrenador y es el estímulo de contracciones a velocidades altas, estas contracciones por un lado activan de manera temprana las unidades motoras, y por otro lado activan tres veces más cantidad de unidades motoras que las contracciones lentas.


Conclusión

Es nuestra obligación como entrenadores encontrar las fuentes de motivación específicas para cada atleta. Por otro lado debemos de ser capaces de generar métodos de trabajo que logren quebrar las barreras naturales, encontrando nuevos estímulos  constantemente variando las cargas,  los volúmenes y las metodologías de trabajo.

Texto: Jorge Porfilio Cubiló






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